Perdidos en Ecuador...

Mi amiga más vieja (no por la edad, sino por los años de amistad) viajó por unos meses a Ecuador acompañando a su pareja que tenía que cumplir un contrato laboral. Cerró por un tiempo su coqueto consultorio odontológico, armó las valijas y se fue. Pero que mejor que sus textuales palabras para describir la fantasía que tenía antes de viajar como “dama de compañía”, según ella misma se bautizó:

"Imaginaba que nadie me conocería, en Quito podría caminar y vestir con glamour, muy sexy, casi como jugar a ser otra. Pero error: con Glam se nace no se hace !!! Compré dos pares de botas con súper taco las cuales no usé ni una vez. Las altas temperaturas, los 2850 metros de altitud y la geografía montañosa demostraron lo que yo sabia pero me negaba a ver: carezco de valentía para tremenda aventura.
Hoy los tacazos duermen en mi armario y convivo con mi realidad; me falta Glamour"

Error amiga, el Glam se hace, y también se sufre: incómodos tacos de 8 cm y falda tubo que corta la respiración. Pero la realidad es que a algunas ese sufrimiento nos gusta. Me pedís que guarde la pócima mágica para tu hija... Ojalá tu princesa tenga el sentido común para ir relajada por la vida! (bueno bueno, no demasiado relajada, quizá en 15 años el hippie chic vuelva, Rapsodia aún exista y tengas que abonar la irrisoria suma de $ 879 por una ridícula túnica batik).